Estos días llenan los medios de comunicación, las redes sociales, los periódicos palabras como feminismo, sororidad, compromiso, reivindicación, lucha, derecho, igualdad, justicia, equidad… 
Es maravilloso vivir en un momento en que la sociedad tiene tiempo de parar y marcar prioridades. Es maravilloso comprobar cómo los masa media se comprometen por mostrar la evidencia y por hacer presente la importancia de un cambio impulsado entre todos, mujeres y hombres, desde la consciencia de la necesitad y la justicia.

Y nosotras, como profesoras nos vemos con la obligación y el deseo de llevar a nuestras aulas un tema tan actual como es el del papel de la mujer en la sociedad del siglo XXI. Un papel presente que se aleja, por suerte, cada vez más de convencionalismos y tópicos impuestos gracias al movimiento común.
Un movimiento que debe empezar desde la educación y en esto nos sentimos afortunadas. Por eso, esta semana en la que vemos las redes sociales llenas de “Violetas” que luchan por sus derechos y por hacer presentes sus valores, AlmaELE se suma a este movimiento y os hemos preparado un par de actividades para hablar de “mujeres” en clase.
Si algo caracteriza la riqueza de nuestras aulas es la interculturalidad. Gracias a esto, convivimos con visiones y puntos de vista que distan mucho entre sí. Así, pues, al crear estas actividades lo hacemos pensando en ello y os animamos a trabajar con ellas desde el respeto a todas las voces que surjan en el aula, desde la escucha y el entendimiento sin juicios ni intentos de adoctrinamiento. Todo ello será el camino que nos lleve a la reflexión que poco a poco ayudará a ver cambios y necesidades comunes.

ACTIVIDAD 1: MUJERES PIONERAS

Hay momentos en la historia en los que el ser humano consigue hacer algo que nunca se había hecho antes. Estos hitos generalmente convierten a quien consigue la hazaña en referente para la sociedad, pero esto no ha sido tan sencillo de conseguir para las mujeres. Por eso, dedicamos una de nuestras actividades a algunas mujeres pioneras en su género al realizar por primera vez logros hasta entonces exclusivos para los hombres. Por ejemplo, ¿sabíais que hasta 1940 ninguna mujer había sido presidenta de un país?

Con este tema tan interesante hemos preparado una actividad con la que trabajar uno de los usos más interesantes del PRETÉRITO PLUSCUAMPERFECTO DE INDICATIVO. Este tiempo verbal que podemos considerar un regalo de la pragmática y la intención es el punto gramatical que nos ayudará a hablar sobre hitos de la historia y sobre mujeres que fueron pioneras en sus hazañas.

A partir de las fechas en las que mujeres realizaron algunos logros los estudiantes deberán unir logros y fechas creando una línea del tiempo.

NOTA GRAMATICAL: El Pretérito Pluscuamperfecto es un tiempo verbal que generalmente se presenta como “el rey de los pasados”. Con él solemos ordenar acciones, es decir que una acción es anterior a otra. Por ejemplo: “Cuando mi compañera llegó a la reunión, la reunión ya había empezado”. Así, entendemos que primero empezó la reunión y después mi compañera llegó. ¡Esta vez, mi compi llegó tarde! ¡Qué lástima!

Este uso es muy popular y podemos fácilmente calcarlo en otras lenguas, pero hay otros usos que pueden presentar ideas muy interesantes como por ejemplo el uso con el que queremos trabajar en esta actividad.

Con el Pretérito Pluscuamperfecto podemos marcar que una acción se ha realizado por primera vez en una línea temporal. Lo importante es marcar que la acción se ha realizado y marcar el momento clave en el que se vivió. Antes no la había experimentado, pero desde ese momento sí.

Un truco para trabajar bien este uso del Pluscuamperfecto es pensar siempre en acciones que sí han sucedido, aunque para nuestros estudiantes sea un poco raro tener que usar palabras que marcan negación como nunca, nadie, ningún… Para nosotros lo importante es marcar que ese momento es la clave,  porque indica un límite temporal. Antes de este momento no se había realizado la acción, pero a partir de ese momento la acción formará parte de nuestros logros, de nuestras experiencias vividas. Antes no lo habíamos vivido, pero ahora sí.

 

¿Y cómo marcamos la importancia de que la acción está realizada? ¡Muy fácil! Nos ayudaremos de palabras que marcan el tiempo. En nuestra actividad, por ejemplo,  lo haremos a través de fechas concretas (antes del 16 de mayo de 1975 ninguna mujer había alcanzado la cima del Everest), pero también podemos utilizar marcadores como “nunca antes”, “hasta este/ese/aquel momento nunca”, “hasta ahora nunca”. Por ejemplo, “hasta ahora nunca me había dado cuenta de lo interesante que es el Pretérito Pluscuamperfecto”.

¿Qué os parece? ¿No es maravilloso poder marcar hitos en la historia de las mujeres a través de un tiempo verbal tan interesante?

Seguro que con esta actividad la conversación está servida. Podríamos enriquecerla preguntando a nuestros estudiantes por mujeres importantes de sus países, incluso por mujeres que ellos admiran en su vida y qué les aportan a su propia historia.

Una  sesión en la que podremos también animarnos a pensar en qué hitos les gustaría protagonizar. ¿Por qué no animar al grupo a que formen parte de la historia? ¿Por qué no instarlos a hacer que sus sueños se conviertan en realidad?

Como dice una de los mensajes más populares de AlmaELE que nos encanta: Haz tus subjuntivos indicativos.

ACTIVIDAD 2: ¡LO QUE HAY QUE OÍR!

¡Qué importantes son las palabras! Hay que tener mucho cuidado al elegirlas porque el mensaje que trasmitamos resonará en los oídos de todos los que nos quieran escuchar.

Estos días encontraremos numerosas reflexiones sobre el lenguaje sexista, en cómo la manera en la que se habla a y de las mujeres marca en ocasiones una discriminación de género que queda escondida de manera tácita en la educación del colectivo social.

Gracias a los esfuerzos de una  parte de la sociedad cada vez más grande, por suerte, estamos cambiando mensajes, discursos, nominaciones hacia las mujeres. Y es que si ponemos atención a los que se dice de manera “inocente e inconsciente” sin duda, se nos escapará un:  “¡Lo que hay que oír!”

Nosotras hemos elegido 4 mensajes que hablan sobre la actitud, los valores y las obligaciones que se le sobreentendían (y deseamos que este pasado que usamos sea una realidad) a las mujeres y que poco a poco luchamos  por cambiarlos:

“Calladita estás más guapa”, “eso que haces no es de señoritas”, “no salgas así vestida a la calle”…  tristemente la lista es mucho más larga.

Violeta está harta de escuchar estos soniquetes cada vez que hace o dice algo que puede parecer poco conveniente a ojos de alguna gente. ¿Por qué la juzgan como mujer y no como persona? ¡Qué pena!

Lo maravilloso es que Violeta tiene unas herramientas estupendas para cambiar los mensajes que escucha y darles otro sentido que se alejen de lo que quieren inculcarle.

¿De qué herramientas habla Violeta? ¡Muy sencillo, almaeleros! Violeta controla como nadie la puntuación y la entonación del español. Con ello, sabe que puede jugar a modificar y a enriquecer mensajes.

¿Y nuestros estudiantes? ¿Controlan igual que Violeta estas herramientas?

Con esta actividad, que enmarcaremos en un nivel avanzado (B2/C1) según el MCER, proponemos trabajar la prosodia del español.

Es muy importante agudizar el oído y poner atención a cómo cambia todo según cómo lo digamos. Por eso, os animamos a presentarles a los estudiantes las diferentes líneas tonales que presenta nuestra lengua según la naturaleza de la oración y según los signos de puntuación que utilicemos.

El español es una lengua que muchos estudiantes describen como musical. ¿Alguna vez habéis pedido a algún alumno que imite a un español? Es muy divertido ver cómo ponen mucha pasión y fuerza cambiando tonos y marcando pausas.

En nuestra actividad presentamos diversos cambios de puntuación en las oraciones iniciales. Con esto, podemos trabajar de diversas maneras.

Os proponemos por ejemplo, una actividad inicial en la que el profesor lee las oraciones con sus distintas entonaciones y  estudiante debe discernir de qué oración se trata. El siguiente paso, será todavía más divertido. Ahora serán ellos los que recibirán una tarjeta con la oración y al leerla sus compañeros deberán adivinar de qué opción se trata.

Es interesante para trabajar  la conciencia comunicativa que los estudiantes vayan reflexionando sobre quién podría decir cada oración según cambia, en qué contexto podría usarse, a quién iría dirigido cada mensaje, qué puede haber pasado antes de decirlo… Esto ayudará a los estudiantes a entender el contexto y con ello a cerciorarse de qué valor implica cada marca de puntuación.

Además de todo esto, los mensajes sobre los que trabajamos son, sin duda, caldo de cultivo para debatir en clase: ¿existen también como mensajes recurrentes en sus lenguas?, ¿están de acuerdo con ellos?, ¿piensan que tienen alguna función social?

¿Os animáis a poner una buena coma en el mensaje? No subestiméis el poder de las comas pues poniéndolas en el lugar correcto, podremos entender más que nunca uno de nuestros lemas favoritos: “Pon una coma en tu vida y serás capaz de todo”. 

Si lleváis al aula alguna de estas actividades, nos encantaría que lo compartierais con nosotras por Instagram (@almaeleoficial) o en Facebook (almaele). ¡Contadnos qué tal ha ido y si queréis comentar cualquier idea, estamos a vuestra disposición!

Para nosotras es un lujo saber que juntos aportamos nuestro granito de arena en este camino de la concienciación sobre el papel de la mujer en el siglo XXI contagiando, además, pasión por las lenguas.